El cultivo de la trufa
El cultivo de la trufa negra , del que España , junto con Francia, son la primera productora mundial
Cataluña tiene una importante superficie apta para el desarrollo de la truficultura , que coincide con zonas donde las actividades agrarias tradicionales se encuentran en crisis.
Este hecho puede convertirse en una actividad complementaria para diversificar la economía rural.
La aportación económica del cultivo de la trufa negra en las economías rurales de media montaña puede suponer un asentamiento de la población en el territorio.
Dichos territorios pueden crear diferentes actividades en torno a la trufa, ya sean gastronómicas, tecnológicas e investigación o de servicios de trufiturismo.
Estado actual de los cultivos truferos
Los territorios truferos de trufa negra y trufa de verano se encuentran sobre suelos calcáreos, generalmente de baja calidad. Se trata de zonas destinadas al cultivo asociado a rendimientos agrícolas bajos.
Estas explotaciones rurales dependen de las ayudas para su mantenimiento.
El cultivo de la trufa aporta independencia de las subvenciones, con ingresos que pueden triplicar los cultivos tradicionales de éstas zonas, e incluso, provocar un incremento en el valor de la tierra de cultivo de las regiones donde se desenvuelve los cultivos de trufa.
En España se recolecta un entra un 30 y un 50% de la producción mundial de trufa negra y se estima que unas 10.000 familias son truficultores y recolectores de trufas.
Hoy en día quedan pocos truferos que se dediquen exclusivamente a la tarea de recolección. Un trufero a tiempo completo recoge entra 3 y 5 Kg semanales de trufa negra, muy lejos de los 8 a 12 kg. diarios que recogían los viejos truferos.
Estado económico y mercado de la trufa
El precio de la trufa negra en nuestro país, es muy variable, en función de si se trata de una buena campaña (con trufa abundante) o no. La demanda de trufa se ajusta a los modelos tradicionales, donde los aumentos de la producción suponen una disminución de los precios. La trufa se paga al recolector entre 200-850 € Kg. En las ferias de la Trufa asisten miles de personas, las visitas guiadas a plantaciones truferas pueden aportar un ingreso añadido asociado al microturismo.
La trufa se comercializa básicamente a través de los mercados de las localidades con tradición trufera, aun que cada vez más, son los corredores o agentes comerciales que se desplazan hasta el domicilio del recolector donde se realiza la compra-venta.
Los mercados truferos,aunque se establecen en lugares públicos, principalmente bares, no están abiertos al público. De hecho se puede estar a la hora del mercado en un bar y no enterarse. Recolectores y compradores se reúnen , hablan, negocian el precio e intercambian productos fuera del bar. La trufa ni se huele, a diferencia de los mercados franceses,abiertos, donde el comprador toca el producto, percibe el aroma y le pone precio.